¡AHÍ ES NADA!

¡AHÍ ES NADA!

margin-bottom: .0001pt;text-align: center" align="center"> 

Yo también puedo prometer y prometo

Que, lo que no vengo haciendo hasta ahora,

Lo haré en el futuro sin ningún aprieto,

 

Sin más, sin resentimiento ni demora;

De no hablar bien más levantaré el veto,

Co la misma seguridad que el sol dora

 

La espiga al tiempo que verdea el seto;

Que siempre que hablo de los Rojos, hablo

Mal de los mismos no es ningún secreto;

 

Vengo, por poco que enrede el diablo,

Sino mandándolos a hacer puñetas,

Metiéndolos en su pocilga o establo;

 

Es tanta mi fijación con estos jetas,

Que, con mentarlos, sino me duele el alma,

Se me llena el cuerpo de agujetas;

 

Claro que debiera tener yo más calma

Y no tomármelo esto tan a pecho,

Sabiendo que en mentir se llevan la palma

 

Y que solo son material de deshecho;

Pero como siempre andan con el embudo,

Ancho para ellos, ¡cómo no!, y estrecho

 

Por lo menos para mí, ¡leche!, acudo

A mis sátiras y los pongo a parir:

Frente a ellos, ellas son mi escudo,

 

Pues no hay mejor defensa, se oye decir,

Que un buen ataque, y ellas son mi espada,

Mi ayer, mi hoy y lo que queda por venir;

 

Ya nonagenario, sí, ¡ahí es nada!,

Sobre el lomo de mi percherón, de abrojos

Recorro los campos donde esa manada

 

Pace de no dejarme en paz con antojos …

Dejaré que abreven en mi arroyo,

Mientras no se libren de tantos enojos;

 

En Román paladino: el muerto al hoyo

Y el vivo al bollo, en tanto que mis ojos,

Sentado de mis sátiras en el poyo,

No vean que los Rojos … ¡dejan de ser Rojos!.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Salvador Monzó Romero

Salvador Monzó Romero cuenta la feria según le ha ido y según le va, siempre ante la pantalla de la Televisión, reivindicando desde su sillón-bol, un tanto escorado a la derecha, su derecho a la crítica mordaz y ácida, pero con carácter moralizante.

Lo más leído