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I
Tiempo que, con tanto atizar la lumbre
De la Política, há que he terminado,
Y lo lamento, por perder la costumbre
A la que algunas veces me he dado,
De hablar de mí, de mi casa y de mi hacienda:
Ahora que me acuerdo, Dios sea loado;
Respecto de mí y mi casa, tremenda
Es mi pena, pues yo a mi esposa, y a su ama
Mi casa, hemos perdido, sin que entienda,
Ni nunca entenderé el porqué de este drama;
Pero es lo que hay y no hay vuelta de hoja …
Respecto a mi hacienda, con el panorama
Que se vislumbra, a mí se me antoja,
Que con el Sánchez más tiempo en la Moncloa,
El mantenerla será una paradoja;
Aunque el pan que nos da no hay quien lo roa,
Para mí, no obstante, pollo en pepitoria,
Pues así me evita dedicarle alguna loa;
Seguiré dándole vueltas a la noria
De mis sátiras, pues de mí, de mi casa
Y de mi hacienda, aquí paz y después gloria;
Con una pensioncilla más bien escasa,
Con lo que me queda de vida, no mucha,
No me queda otra cosa que, sin tasa
Ni control, el ir vaciando la hucha
De tantas críticas que mi seso asa.
II
La Moral en el mundo del dinero
Tiene muy poco que hacer: más bien, nada;
La Política es un verdadero
Chollo, incluso tenerla olvidada
Por completo en algún vertedero,
Donde cada miembro y miembra de cada
Partido sienta feliz su trasero,
Para aliviar su cuerpo como sea:
Quien sabe de esto mucho es Zapatero;
En todo caso es la puta fea,
Con la que bailar a todos les vaga,
Porque hoy remordimiento no acarrea;
Si un día los Políticos, -Dios los haga-,
A sólo forrarse en este oficio
No se dieran, ya no sería una plaga
De truhanes la Política, ni un vicio
El ganarse el pan de cada día,
De esta holganza en el ejercicio;
Estando en continua porfía
La Moral y el dinero, y el remedio
Sea la Política para en su bahía
Navegar viento en popa, y no el medio
Para que el Gobierno llegue a puerto,
Seguirá este País en el tedio
En el que el Sánchez, si no muerto,
vivo aún, desde luego, … ¡pero yerto!