I
A mí lo que me divierte
Es del Maruhenda la sorna
Cuando al Maraña trastorna,
Siempre que en ello le advierte,
Que, si a la Razón no torna
Y no pone atención
A lo que sin ton ni son
Deja salir por su boca,
Que basura no es poca,
Nunca tendrá la razón;
A mí lo que me entusiasma
Es del Eduardo Inda
Con qué buen humor le brinda
De Escolar al cataplasma,
Que sea él quien la guinda
Del pastel le ponga al tema,
Que si para él es su emblema,
Para Inda es su victoria,
Y aquí paz y después gloria,
Y allí su propio anatema;
También lo que a mí me priva
Es cómo al Antonio Maestre,
Por su talante silvestre,
Lo lleva a la deriva
María Claver, sin que muestre
Apenas su mayor arte,
En poner punto y aparte
A todos sus argumentos,
Que no dejan de ser cuentos
Para habitantes de Marte;
Lo que en un ala es prez,
En la otra es solo hez,
Y todo acaba a la vez
En que el Iñaqui López
En Política está pez.
II
Con tinte ocultando canas
Y a toda sonrisa ajena,
El verla da tanta pena,
Que como llorar sin ganas
Sufre uno una condena;
Se vea como se vea,
Más que guapa más bien fea,
Deponga lo que deponga,
Nuez o castaña pilonga,
La Celaá … ¡bendita sea!.
En afeites soberana,
Por mucho que disimule,
No le perdonan los años
Ser más vieja que la Tana;
Aunque su amo la adule,
No dejan de ser, no, paños
Calientes, pues su mirada
A un pasado no lejano,
La pone más que airada
Y parece que no en vano;
Quien salida del suburbio
De la Justicia, pues tiene
Un pretérito muy turbio,
Tampoco ahora le viene
Muy bien el salir a escena,
Pues entre las bambalinas
De la Política pena
Las culpas que como espinas
Tiene clavadas … Si calla
Es porque no son morralla;
Con tal Trío el Gobierno,
Si el próximo invierno
Resulta que sea eterno,
Tal que el futuro discierno,
Seguirá siendo un infierno
El vivir, duro o tierno,
En un país tan moderno…
Si de este maltrecho Terno,
Sus puertas están sin perno …
¡Nos vamos todos al cuerno!.