I
Está solo a un paso
De hacer milagros creyendo ser Cristo;
¡Coño!, este es el caso
Del Torra … Por lo visto,
Si se cree tal, no es por darse pisto,
Es porque, ahora muerto,
Él resucitará al tercer día,
Y hará de Cataluña un huerto
Florido, -su teología,-
Que no lo va a conocer ni su tía;
Si hay que mentir, miente:
Representando a menos de media
Cataluña, se siente
De su total tragedia
El salvador, si Dios no lo remedia;
Siendo su verdugo,
Se convierte en su víctima a la vez,
Para quitarle el yugo
A su pueblo de la hez,
En la que lo sume una España soez;
La suya es una raza
Superior; sucia escoria, España;
Convencido que caza
En el mar, no es maña
Pescar en el monte: lo suyo es saña;
O es a la tercera
La victoria: comiéndose las mollas,
Con hambre verdadera,
Que cuecen en las ollas
De la Independencia: … O es gilipollas,
O algo más letal:
De su caletre visto el percal,
Como el menos mal,
Cataluña, elemental:
¿Qué espera … ¡de un atrasado mental!?.
II
La Robles, otra ex-jueza hallada
En el material de derribo, anda
Otra vez algo descarriada,
Porque, y de siempre, la razón manda
Más que la Política, aunque ella piensa
Lo contrario como Ministra-parranda,
Yendo de allá acá, donde la Prensa
Hable bien de ella, si no como jueza,
Cual chef del Ministerio de Defensa,
Donde, sin conseguir ninguna proeza,
Se lleva a casa una pasta gansa …
¡Vaya con la Robles, menuda pieza!;
Como en pedir favores no descansa,
Obedeciendo como cabra mansa
Al pastor, el ánimo no se cansa
De gritarle ¡guapa!, … ¡hasta que se amansa!.