Que el contubernio Sánchez-Iglesias iba a ser,
Sin duda, pan para hoy y hambre para mañana,
Lo sabían tanto la Sexta como el País y la Ser,
Que, tal y como miel de la Alcarria, una nana
Le cantaron al Gobierno que vimos nacer,
Y al que ahora, aunque ha salido rana,
Haciendo de su capa un sayo, en un altar,
Aunque son ateos, lo ponen … ¡y no hay más qué hablar!;
Pero la realidad es otra: todavía
En pañales, al mecerla ya cruje la cuna;
No hay asunto de Gobierno que sin porfía
Empiece; ponerse como en Fuenteovejuna
Todos a una, no se lo cree ni su tía:
¡Es pues de panolis esperar mejor fortuna!;
El mal radica en que de haber más aves con plumas
Y con escamas peces, no sería un Gobierno de Brumas,
Porque luces haberlas haylas, pero tan pocas
Y tan mal colocadas, que tan pronto las tocas
El amor propio a Ministros y Ministras, chocas
Con que, si no se pelean, … ¡andan a tontas y locas!.