Que la exaltación intensa y extensa
De la Izquierda, a la vez que el acoso
Y derribo constante de la Derecha,
Que, aunque no nos lo dice, lo piensa
De la Sexta hasta el menos piadoso
De su toda Secta, es toda su cosecha;
Tal es así que, ajeno a su religión,
Lo sabe hasta el porquero de Agamenón;
La que, además de pensarlo, ha dicho
Que la Sexta erosiona la Democracia,
Tan enorme polvareda ha levantado,
Que, además de convertirse en el bicho
Que picó el tren, ha caído en desgracia,
Poniéndole más cuernos que un venado;
Del Director al compás de su batuta,
Sólo ha faltado llamarla hija de puta;
Si de la Derecha lo hubiera dicho un Rojo,
No habría pasado nada en absoluto;
La Libertad de Expresión es patrimonio
De la Izquierda, tal y como cerrojo
De la Derecha, y ya hay que ser bruto
Para no ver que se los lleva el demonio
Si alguien les advierte que si a un lado
La quieren echar, … ¡verdes las han segado!;
Por lo que se ve, a La Sexta el “¡hasta
Cuándo!” de Cicerón, ni tampoco el “¡hasta!”
De Estanislao Figueroa, ni el “¡hasta
Aquí hemos llegado!” de Rajoy, no le basta,
Y menos todavía tantísima asta,
Cuanto más odiosa no menos vasta,
De hidras y faunos cornudos, la Casta
Ella ha creado … ¡Todo por la Pasta!.