CADA MOCHUELO A SU OLIVO

CADA MOCHUELO A SU OLIVO

 

De haber puesto oído el Sánchez en la escuela,

Sabría, como hasta el más obtuso,

Que eso de legitimar el abuso

De los números, por ser quien es, no cuela,

Nos lo explique en español o en ruso;

 

Que dos y dos, señor Sánchez, son cuatro

Siempre, y no hoy cinco y mañana tres,

Lo mire al derecho como al revés,

Sépalo que lo suyo es puro teatro,

Y si no es el virus, nos mata el estrés;

 

A la que asistimos es una función

Que, con tantos nubarrones a la vista,

Acabaremos yendo al oculista,

Si sigue con el papel de figurón,

Y el Iglesias es el protagonista;

 

Si a su gusto en las praderas pace

Del narcicismo para lucir palmito,

Siguiendo de los gilipollas el rito,

El que esté cerca de un requiescat in pace,

Si no le echan de la Moncloa, le importa un pito;

 

Me da por tanto que si mantiene el ritmo

Que lleva, con sus números no me pierdo

Sumando del vil Zapatero el recuerdo,

Pues que sin tirar de ningún logaritmo,

Multiplica usted su condición de cerdo;

 

No podrá con el olvido hacerle frente

A lo de cada mochuelo a su olivo,

Que, aunque usted se resista a darle cultivo

Al del sucio deshonor de su ¡indecente!

A Rajoy, pasa el tiempo … ¡y sigue vivo!.

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Autor

Salvador Monzó Romero

Salvador Monzó Romero cuenta la feria según le ha ido y según le va, siempre ante la pantalla de la Televisión, reivindicando desde su sillón-bol, un tanto escorado a la derecha, su derecho a la crítica mordaz y ácida, pero con carácter moralizante.

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