Decía el canciller Konrad Adenauer que “en política lo importante no es tener razón, sino que se la den a uno”.
Nuestros lamentables gobernantes se aprendieron perfectamente la lección del canciller alemán y así lo primero en lo que ocuparon su tiempo fue en controlar las televisiones (la droga del pueblo), ciertas Instituciones e intentarlo con la Justicia. Así quedamos solamente cuatro gatos insignificantes para censurar su comportamiento y descubrir la verdad.
Nos han relajado el enclaustramiento al que anteriormente nos sometieron, y no por razones sanitarias, solamente por su propio interés.
La situación económica que se nos presenta es grave y, como palos de ciego, han tomado esta decisión sin que le preocupemos un pepino los ciudadanos. Un político que para gobernar acoge en su gabinete un tipo como Pablo Iglesias, poco le podemos importar España y los españoles.
La ultraizquierda que representa este señor no va a hacer nada bueno por el País, pues él solamente triunfará si a todos los demás nos va mal. Ya sabes, “la izquierda te rompe las piernas, luego te da unas muletas y te dice, sin nosotros no tendrías muletas”.
Por favor, el virus no ha desaparecido. Hay que cumplir lo que te imponga el gobierno, pero piensa que no actúa en tu provecho, sino en el suyo.
Sánchez practica la mentira, como su deporte favorito. Toma tú las precauciones más convenientes para librarte del contagio, como complemento a las imposiciones legales del inepto y perverso gobierno.