I
De haber honrado su apellido, habría fundado,
Si no una Orden Religiosa como san Francisco,
Otra Iglesia protestante como Lutero;
Para otro Opus Dei no le veo destinado,
Pues las almas descarriadas que a su aprisco
Podría llevar, como Amancio Ortega, cero;
Su aspecto y trazas de fraile pedigüeño,
Más que de Político de roble, son de leño;
En esta línea, viene a ser como el cura
De mi pueblo, quien su mala conciencia descargaba
Exhortando a sus feligreses con dulzura,
A que hiciesen lo que les decía sin traba
Y claro, pero no lo que él hacía, pues pura
No era su conducta, más dado a pelar la pava …
Ya sé que, cuando oigo al tal Pablo Iglesias Turrión,
Me acuerdo de aquel cura, …¡Coño!, …¡por el casoplón!.
II
AL tal Iglesias es mejor no hacerle caso,
Que además de miserable es analfabeto:
Decir que nuestra Democracia se ha abierto paso
Gracias a los Comunistas es de lazareto,
Para que no nos pegue la lepra de su atraso
Mental, que de quien le viene no es ningún secreto;
Sólo le ha faltado elevar una plegaria
Al san Carrillo y a la santa Pasionaria;
Esperar de este pobre hombre algo decente,
Es como que deje de dar coces el jumento;
Cuerpo sucio de pocilga, esperar de su mente
Algo limpio, será la Arcadia si el momento
Llega, y, no un altar, pues es ateo, su gente,
¡Ojo que tropa!, le levantará un monumento,
Que sustituirá al de Jesús en el Cerro
De los Ángeles, en Getafe, con un becerro;
Corto y acabo: señor Iglesias: yo ya soy viejo;
Lo que tú dices te lo han contado: un reflejo,
No de la verdad, del rencor que lleva anejo
Una derrota que no asumes … Yo, zagalejo,
Lo viví y mi recuerdo hoy es vino añejo
Y amargo, pero la historia no la manejo
A mi antojo tal como tú … ¡Un consejo!:
‘¡Cállate, por favor, cállate! …Y aquí lo dejo.