NI MERO NI CARNERO

NI MERO NI CARNERO

I

Cristo resucitó el tercer día;

Bono ha tardado mucho más, pero

Ha resucitado, y lo primero

Que ha hecho es darnos una alegría;

 

Si antes de desparecer tenía

La exclusiva de ser el tesorero

De la verdad, como el sumidero

De las mentiras en mayor cuantía

 

De la Derecha, ahora es la homilía

De sí mismo … Él tiene el verdadero

Don de juzgar quien de la mar el mero,

 

Y quien de la tierra arroja hasta la cría

De los que califican a su señoría

De no haber sido … ¡ni mero ni carnero!.

II

Quien no sabe que sabe más que todos

De todo, no sabe nada … Oráculo

De Dios, cuando Toledo fue de los Godos;

 

Quien no sabe que es el tabernáculo

De la ciencia infusa está en Babia,

Y anda por esta vida sonámbulo;

 

Cuanto corre por sus venas es savia,

Que se convierte en oro de ley

Cuando él le da curso y le pone labia …

 

Tejas abajo, con su ojo de buey

Para el embate de la ignorancia

Y apacigua e ilumina su grey,

 

Que ya, dada su triste circunstancia

De capa colgada en la pared

Del olvido, poca es su ganancia;

 

Si en lo divino se sacia, y la sed

Que siente en lo humano le abrasa,

No debería olvidar usted,

 

Que antes de acabar en tabla rasa,

Que es donde está llegando usía,

Mejor masticar tachuelas en casa,

 

Y esperar resignado que un día,

Antes que sea fiambre, por su encono

En el abuso de la sabiduría,

 

Delito del que hace gala, con trono

En su pecho, le caiga una condena

De padre y señor mío … Entono,

Llegado aquí, mi culpa con pena

Por no haberle olvidado, … ¡Señor Bono!.

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Autor

Salvador Monzó Romero

Salvador Monzó Romero cuenta la feria según le ha ido y según le va, siempre ante la pantalla de la Televisión, reivindicando desde su sillón-bol, un tanto escorado a la derecha, su derecho a la crítica mordaz y ácida, pero con carácter moralizante.

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