De estar al frente de España
A tener España enfrente,
Sin ni dos dedos de frente,
Tan solo por darle caña,
El Sánchez, su Presidente,
Le ha puesto firma y sello;
Aunque de mierda hasta el cuello,
Feliz al ver, por bemoles,
Que unos y otros españoles,
Van otra vez al degüello;
Quien no está a lo que él diga,
O al no ser de ley, lo tacha;
O ante él no se agacha,
Le acusa porque le intriga
De ser ya, sin más, un facha;
La Oposición, moderada
Ha de ser como callada,
Que crispa, si abre la boca,
Pues hablar solo le toca
Del Sánchez a su manada;
Que el Presidente de España,
Hacia su sepulcro reme,
Con su ¡viva el 8-M!,
En el Congreso con saña,
Del que ¡se vaya a la eme!,
El eco aún resuena;
Que al Sánchez le dé la vena,
Pues con Abascal se pica,
De poner ya una pica
En Flandes, … ¡lo que da es pena!;
Por el cargo que ostenta,
Aunque resulte muy fuerte,
Como a España representa,
El vitorear su muerte,
Puede que alguien se dé cuenta
Y le deje, si no inerte,
Al aire su osamenta …
Del más chulo contrafuerte,
¡Ojo con la cornamenta! …
Señor Sánchez, … ¡que haya suerte!.