Que de Ética alardear no puede
El Congreso, es de sol en pleno día,
Puesto que, siempre que se vota, sucede
Que lo bueno y justo lo vota su tía;
Siempre que se vota, el Congreso hiede,
Puesto que el voto es siempre mercancía
Por la que se paga, aunque el diablo no enrede,
Un alto precio por una felonía,
O peor … Pero mejor que mudo me quede …
De lo más inmoral no es solo guía
El Congreso, también ¡coño! es su sede,
Dicho sin metáforas ni ironía,
Con todo el respeto que en rigor procede,
Pues realidad más actual, … ¡ni adrede!.