Tanto su triunfo le brilla
Por su faena en Bruselas,
Donde todo son esquelas,
Que le aplaude su cuadrilla,
Ya a salvo sus habichuelas;
El aplauso, al fin y al cabo,
Es lo que busca este pavo,
Y seguirá en ello obseso
Hasta que en el Congreso
Le den orejas y rabo;
Del autobombo en el horno
Cocido el Sánchez, no hay modo
De que encuentre acomodo,
Como no sea el adorno
Del Narciso sobretodo;
Siendo en lo demás un muerto,
O al menos estando yerto,
Con el agua hasta el cuello,
A ver si se olvida el ser bello
Y sabe regar el huerto;
Si leyera el refranero,
Sabría este Presidente,
Que gobernando está ausente,
Que un grano no hace granero,
Y que el suyo está pendiente
De quien con tan mala saña
Gobernando le acompaña,
Que le exija por su apoyo,
Cómo llevar el arroyo
Dónde y cuándo por España;
Si no es ata bien los machos
Y olvida sus empachos
De autobombo a capachos,
Con estos dos mamarrachos,
Que alcancemos los picachos
Del bienestar, ni borrachos
Lo creemos …. Más bien gachos,
Y España … ¡hecha cachos!.