Habitualmente surgen noticias más o menos creíbles, dependiendo de dónde procedan o sobre el sujeto al que se refieren. En los días que corren nos encontramos con algunas paradojas que no cuadran con las ideas que nos transmiten nuestros gobernantes y que se refieren a algo tan grave y delicado como es el desarrollo de la pandemia que sufrimos. Según el pronunciamiento de los responsables gubernamentales y del propio presidente, España acudió con presteza al tratamiento adecuado y necesario para hacer frente al coronavirus; gracias a ello, medio millón de ciudadanos conservamos la vida. Nunca mintieron en las cifras de fallecidos ni ocultaron exequias de los finados. Les faltó siempre un pequeño detalle: acompañar estas declaraciones con una música de fondo profunda y solemne.
Según la realidad, acudieron a tomar medidas para afrontar la pandemia, con gran retraso y bastante después de que la Comunidad de Madrid tomara la iniciativa de ello. De haberlo hecho a tiempo y acertadamente, muchos de los fallecidos estarían hoy entre nosotros. Los difuntos reales casi duplican los que nos indicaba el gobierno y esto está acreditado por varios Organismos del Estado. Los sanitarios estuvieron abandonados a su suerte, sin protección adecuada, durante mucho tiempo. El medio millón “salvado” por Sánchez y su cuadrilla, es pura fantasía y fruto de una mente calenturienta, pues igual podía haber dicho que salvó a 47 millones de españoles.
La realidad se impone y no es inverosímil que un buen número de países de Europa esté vetando o dificultando el desplazamiento de sus ciudadanos a España, por el peligro que supone viajar aquí, debido al gobierno incapaz e irresponsable que tenemos, hábil en contar mentiras y perezoso e inútil a la hora de protegernos.
Y quiero dejar constancia, sobre todo a nuestro rupturista gobierno, que mis misivas van siempre con la divisa de “Todo por la Patria”
