Lo que el Iglesias daría
Si la hemeroteca no existiera,
Porque hoy nadie sabría
Lo que juró ser un día,
Si aventara su trigo en la era
De la Política, y lo que hoy hace el Usía;
En el decir de la gente,
Se parece como un huevo a una castaña;
Pues prometió ser decente,
Y de casi indigente,
Se ha hecho tan rico que toda España
Sabe que es un hampón en cuarto creciente;
Tal es toda su andadura
Por los antros de la Política, que es
Hoy la grotesca figura
Del Político-basura,
Y al derecho mirado, y al revés,
Más que un Político, es una caradura;
Las pruebas abrumadoras,
-¡coño con la dichosa hemeroteca!-,
Se exhiben a todas horas,
Con más o menos demoras,
Y, viéndolas, si no te entra una jaqueca
De muerte, … ¡apagas la tele y no lloras!;
Y es de categoría
La última con la que nos ha sorprendido:
Colmo de la hipocresía,
Y a tope su alcancía,
No tan sólo él se ha enriquecido,
Sino que también … ¡ha hecho rica a su tía!.