No volverán las oscuras golondrinas,
Ni tampoco el Gobierno, pues no se han ido,
Porque el invierno promete ser caliente;
Eso de echar al Sánchez son pamplinas;
Mientras no deje España hecha un ejido,
El continuará siendo el Presidente
De un Gobierno, que lo único que hace,
Es que, donde él manda, es donde pace;
Un Gobierno de galápagos que mudan
De color y deambulan entre Pinto
Y Valdemoro, a las órdenes del Amo,
Y lo que digan los demás se la sudan,
De modo que, si por la mañana, tinto,
Blanco por la tarde, según el marchamo
Que les ponga a fuego su Presidente,
Que, cuando habla, revienta si no miente;
El ser depredadores de la decencia
Y de la justicia, y unos pasotas
De la verdad, ¡coño!, lo tienen a gala;
Y si le reprochan su mala conciencia,
Como de alcanzar las más altas cotas
De la mentira, ¡cojones!, les resbala;
Y el colmo: si estos dardos dan en la testa
Del Presidente, … ¡no sabe o no contesta!;
No hacer nada y llevarse una pasta gansa,
Como el descaro a las fieras no amansa,
Y si algo hacen, en el desdén se remansa,
¡Leche!, … ¡claro que la gente ya se cansa!.