El Consejo de Ministros, aunque es ateo,
Puede decir Misa … El Tribunal Supremo,
Por octava vez, lo mandará al aseo,
A que se friegue la sin hueso, por memo …
La Ley de Memoria Democrática nace
Muerta en muchos de sus preceptos, me temo;
El Consejo de Ministros que en prados pace,
En los que la hierba antes, ya siete veces,
Ha sido segada … ¡Requiescat in pace!;
Para cerrarle el paso están los Jueces,
A una Ley, ¡coño!, que es agua pasada,
Y a la Virgen cirios y a la mar peces;
Mucho mejor le iría coger la azada,
Sembrar trigo y pan para mañana,
Y dejar de andar con tanta astracanada;
En pie el Covit, y la Economía sin peana,
Mirando atrás, ganar una guerra pedida
Hace ochenta años, es como ir a por lana
Y salir trasquilado … Si le va la vida
A este Consejo de corderos y ovejas
En ello, y ya hoy va de capa caída,
Dentro de poco, -que no nos vengan con quejas-,
El Sánchez a casa con el billete de ida,
Los Ministros y Ministras con las orejas
Gachas igual, y con suerte sin otra comida
La gente, que en Cáritas … ¡un plato de lentejas!.