Anda y dime de qué presumes
Y te diré de qué careces:
Si acaso de pulpa de nueces,
No es necesario que sumes,
Pues atufan, porque son heces;
Tal es por sí gran necedad,
Con desdén de la dignidad,
Que el Gobierno más mentiroso,
Haya creado para su acoso
El Ministerio de la Verdad;
Que un par de pijos a su ver,
Decidan despacio o con prisa,
Si lo que se dice va a Misa
O no, o nos puede o no joder,
Si no es guasa, es de risa;
Que la verdad sólo dependa,
E igual la mentira, del menda
Que la diga, si es de Izquierdas
O Derechas, rotas sus cuerdas,
Es de negros una merienda;
En román paladino dicho:
Si ya libres de ataduras,
Que las uvas están maduras
Esté en las fauces de un bicho,
Que, con carne de sepulturas,
Junto a un sapo de mal ver,
Se nutren, se debe entender
Que la verdad o la mentira,
Del amor depende o la ira
Del Iván y del Oliver …
En los surcos pues de un trepa
Y un lacayo, que se sepa:
Quien de su parecer discrepa,
Miente, y quien siembra en su estepa,
Puede … ¡que en su verdad no quepa!.