De colores se viste el campo en la primavera,
Y pasado el verano y acabándose el otoño, vemos,
Mutandis mutandi, que el PSOE el color de la cera
Va teniendo ya, como también ya Unidas-Podemos
El de la leña cuando se la mete en la carbonera,
De humo de paja la del PP quemando sus remos,
Ciudadanos, sin saber dónde pone el pie, los de estera
Sin barrer, y VOX cada día con mejores baremos;
También por tanto de colores se viste la Política,
Pero, ¡coño!, no los del campo, … ¡los de una clínica!;
En el Gobierno, si el Covid no ha entrado a saco,
Al menos parece que anda como Juan por su casa,
Va el Sánchez teniendo ya el color de a cara opaco,
Y el Iglesias, con la decencia cada vez más escasa,
El de los ojos, herido de muerte, de un pajarraco;
Tras sus mascarillas, mintiendo sin orden ni tasa,
Sigue gobernando con los colores de un bellaco
Que quiere romper España, y con los de quien ya se pasa
De listo, del charnego que está por venir por tabaco
Y volver por más, … ¡pues lo de la Independencia es guasa!;
Si su color están perdiendo ambos camaleones,
Los pulpos y las iguanas, en su arena o en su roca,
Lo mudan sin tregua ni pausa dándose empellones …
Los Ministros y Ministras, por no perder la bicoca
De su cargo, lo que sucede en escasas ocasiones,
Si de mentir se les acusa, arguyen que esa boca
No es la suya, y a pesar de sus constantes resbalones,
Nutrido surtido de colores y vergüenza poca;
De un Gobierno ayer color pato y hoy color oca,
Que nos traguemos sapos y culebras, … ¡manda cojones!.