¿Y a quien, sin cachondeo,
Unas décimas le escribo?;
La duda ofende: activo
Mi ¡Gloria in excelsis Deo!,
Y al Filósofo Nocivo,
Ministro de Sanidad,
Que ha hecho de la verdad,
Una falsa mascarilla:
Claro que, para el tal Illa,
Las escribo sin maldad;
Aunque de piedad no es digno,
Quien hozar bajo la encina
De un Ministerio, que mina
La salud, siendo pues signo
De saber de medicina
Lo quien a seso y pezuña
Le pone la misma cuña;
Por allí hallar lealtad,
Le ha hecho la caridad
De medrar en Cataluña;
Hecho por tanto el trueque,
Caridad por lealtad,
El Illa de la verdad
También ha extendido el cheque
Con la enorme cantidad
De mentiras que ha soltado,
Y la guerra ha costado,
Por su perverso ardid,
Contra España, en Madrid,
Que la Ayuso le ha ganado;
Tal como la cosa va,
Pronto a romperse la cuerda,
En lo que él mismo concuerda,
Pues ya más de sí no da,
El Moños se irá a la mierda,
Y el Sánchez en su erario
Cambia algo el mobiliario,
Para en su mucha morralla,
No ponerse la medalla …
¡De Cristo en el Calvario!.
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