El miedo guarda la viña,
Y al Sánchez la hemeroteca,
Que lo tiene confinado,
Como ave de rapiña,
Con una enorme jaqueca,
Ese artilugio malvado,
Que en sus tripas tiene impreso,
Por con Rajoy no ir de acuerdo,
Cuando fue un perro sabueso,
O mucho peor, … ¡un cerdo!;
Lanzado a los cuatro vientos
Su pasado vil o sucio,
Se oculta tras la mampara
De que estos presentimientos
De acabar, de can o rucio
Con esa pesada tara,
De lo que fue flauta o lira,
Puedan ser realidad,
Pues para él la mentira
Es la única verdad;
Pero llegado el momento,
Por fin de ahuecar el ala
Y explicar su reclusión,
Se erigirá un monumento,
Pues todo esto le resbala
A éste del Poder buscón,
Si no de cal, con arena,
O, aunque sea con escoria,
Para eludir la condena,
Y aquí paz y después, gloria;
Al alba sopla a babor,
Como al ocaso a estribor;
Digo esto sólo por
Ser de la ciencia el doctor,
De la orquesta el director,
Del monte el leñador
Y guía de Marina d´Or,
Pedro Sánchez, el mejor …
Y que morirá en olor
De santidad, … ¡también, Señor!.
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