Puede que no tenga que hablar más del Illa,
Puesto que, a pesar de pasar a paso
Ligero por Sanidad, se da el caso
Que, por sus muertos, aunque con mascarilla,
Le aplaude a rabiar toda la pandilla
De los Ministros y Ministras, … ¡craso
error!, pues, a la vista el fracaso
Del Filósofo de la Muerte, mancilla
Hasta el nombre de la vida en el ocaso,
Pues sus muertos, hechos, como están, papilla,
No gozan de buena salud … Postilla:
Que las lisonjas de esa fiel cuadrilla
Del Gobierno, sepa fijo, no si acaso,
Son las luces que arderán en su capilla,
En cuanto en Cataluña, al raso
O nublo, le pongan su ataúd, … ¡señor Illa!.