Si he tenido suerte en esta vida,
Es porque ninguno de mis siete hijos
Ha sido político, ni son pijos,
Ni se han dado aún a la bebida;
Daré yo esta suerte por perdida,
Si algún varón en estos cortijos
Se mete, o si con estos alijos
A alguien una hembra le da guarida;
No es motivo para regocijos,
Ver cómo los políticos sin brida,
Nos llevan a la tierra prometida,
Puesto que, en el camino, tan canijos
Nos quedamos, que, sus promesas de ida,
De vuelta mutadas en acertijos,
Ni a los pijos les cierran la salida,
Ni de los beodos sus pasos son fijos.