No, señor Zaragoza, no se equivoque,
Gobernar no es pactar, lea el diccionario
Y antes de dar lecciones, aprenda lo que
Cada verbo siembra y cosecha en su erario;
Antes de usted darle a su jaco espuela,
E ir pisoteando al abecedario
En La Sexta, enciéndale una vela
Al seso y póngale a la sin hueso
Bridas … Y, si no fue, vaya usted a escuela …
Gobernar no es darle en el culo un beso
Y ponerle mesa y cama al enemigo
Para darnos por ahí … Gobernar no es eso …
Es dirigir un país, no al abrigo
De la mentira, no, sino de la ley,
Lo que a su Sánchez le importa un higo …
Y pactar es, en nombre de cada grey
De la Política, llevar a su prado
Cada Partido, sí, … ¡a pacer su buey!;
Pero no donde éstos el cierzo ha helado
La hierba, y el del amo dónde verdea …
Que eso no es pactar … ¡Es el árbol del ahocado! …
Señor Zaragoza: mejor que se vea
En el espejo después de haber largado
Más de la cuenta, pues lo que es jalea
En La Sexta, … ¡huele siempre a escusado!.