UN GRAVE PRESAGIO

UN GRAVE PRESAGIO

 

Hacer de sí propaganda,

Humillando a las Víctimas del Terror,

Para pagar a una banda

De asesinos su vianda,

Para él seguir con mesa al hedor

Del Poder, su sin par deshonor agranda;

 

Si unido en matrimonio

Con quien con él comparte ave y pez,

Que de ambos es patrimonio,

Tal como el mismo demonio

De Dios huye, su consorte de esta hez,

Señal es que su banquete no es un momio;

 

Que no asista tampoco

Ni siquiera el malvado Zapatero,

Dese luego no es moco

De pavo, ni es un foco

Apagado … Ha sido el vertedero

Donde a miseria humana huele, … ¡y no poco!;

 

Destruir del asesino

Las armas, y en casa del encubridor

Meterlo como inquilino,

Pronto, sabueso o felino,

Volverá a morder o arañar, para dolor

De las víctimas, su sagrado destino;

 

Tan alto precio ha pagado

Por seguir en la Moncloa, desde el cerro

De su falacia, dado

A mentir en el mercado

De la Política, que un triste entierro,

En vez de un homenaje, ha presenciado;

 

No ha podido ser un acto a lo divino,

Porque un grave presagio le sobrevino:

¿No será el de la chatarra … ¡su camino!?.

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Autor

Salvador Monzó Romero

Salvador Monzó Romero cuenta la feria según le ha ido y según le va, siempre ante la pantalla de la Televisión, reivindicando desde su sillón-bol, un tanto escorado a la derecha, su derecho a la crítica mordaz y ácida, pero con carácter moralizante.

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