Que las féminas, como ya es un hecho,
Se manifiesten por doquier en defensa
De sus derechos, están en su Derecho;
Tal es así, que es una suerte inmensa
Que las jalea, salvo alguna excepción,
Radios, Teles y casi toda la Prensa;
El hecho, no obstante, de que la emoción
Las convierta en un triste espectáculo,
Una de las razones del corazón
Puede que sea, pero, al dar pábulo
Al bodrio de la Ley de Igualdad de Género,
Para aplaudirlas, sin más, es un obstáculo;
Subyacendo un movimiento vipéreo,
Mientras ellas van de jolgorio en jolgorio,
Los Magistrados le preparan su féretro;
Lo del Sánchez, al abrirle el dormitorio
A la pareja de la Irene Montero,
Lo ha convertido en el chivo expiatorio,
Que, para no acabar en el tostadero
De su Gran Casoplón en el Guadarrama,
Donde arde quien no se somete a su fuero,
Sigue aun acostándolo en su cama;
El precio que paga por ello a su adjunta,
No deja de ser un tributo al ama
Del absurdo, que le quiere sacar punta
A una ley que, más que jugo de la copa
Mental, es mierda del culo de una yunta;
Que aun haya gente con seso de estopa,
Que se empeñe en hacérnosla tragar,
Además del histórico ¡vaya tropa!,
Tirar de la cadena, y si objetar
Intentan algo, … ¡pelillos a la mar!.