Con el Echenique la naturaleza
No ha sido tacaña, ha sido hostil;
No solo no lo ha dotado de belleza,
Le ha salido feo de frente y de perfil;
No me estoy refiriendo a su físico,
Que no es de buen ver por su aspecto senil,
Cuando, por su edad, un campeón olímpico
Podría ser, y, sin embargo, por su faz,
Más bien se parece, tan seco y lívido,
Al muerto en el Entierro del Conde de Orgaz,
Como, asimismo, y no por carambola,
En honor a su cum laude de lenguaraz,
En albañilería, a una chabola
En ruinas … Pero ¡milagro!, con ruedas
Para raudo trasladarse con la ola
De su mala uva por todas las veredas
De la insidia, el insulto y los bulos,
Más hábil que los gusanos con sus sedas,
Y tal como también por todos los zulos
De las Izquierdas, luciendo la medalla
De oro de un redomado de lameculos;
Mentor privilegiado de la Canalla
Roja, como el portavoz de Podemos,
Cuando las haya, será un Ninot de Falla,
Montado sobre uno de estos dos extremos:
En el Foc, donde se quema la morralla,
O, mandándolo a paseo, con sus memos
Bríos, este gárrulo … ¡ya por fin calla!.