¡POR FIN!

¡POR FIN!

 

Con el Echenique la naturaleza

No ha sido tacaña, ha sido hostil;

No solo no lo ha dotado de belleza,

 

Le ha salido feo de frente y de perfil;

No me estoy refiriendo a su físico,

Que no es de buen ver por su aspecto senil,

 

Cuando, por su edad, un campeón olímpico

Podría ser, y, sin embargo, por su faz,

Más bien se parece, tan seco y lívido,

 

Al muerto en el Entierro del Conde de Orgaz,

Como, asimismo, y no por carambola,

En honor a su cum laude de lenguaraz,

 

En albañilería, a una chabola

En ruinas … Pero ¡milagro!, con ruedas

Para raudo trasladarse con la ola

 

De su mala uva por todas las veredas

De la insidia, el insulto y los bulos,

Más hábil que los gusanos con sus sedas,

 

Y tal como también por todos los zulos

De las Izquierdas, luciendo la medalla

De oro de un redomado de lameculos;

 

Mentor privilegiado de la Canalla

Roja, como el portavoz de Podemos,

Cuando las haya, será un Ninot de Falla,

 

Montado sobre uno de estos dos extremos:

En el Foc, donde se quema la morralla,

O, mandándolo a paseo, con sus memos

Bríos, este gárrulo … ¡ya por fin calla!.

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Autor

Salvador Monzó Romero

Salvador Monzó Romero cuenta la feria según le ha ido y según le va, siempre ante la pantalla de la Televisión, reivindicando desde su sillón-bol, un tanto escorado a la derecha, su derecho a la crítica mordaz y ácida, pero con carácter moralizante.

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