El Garzón, por no hacer nada
Y decir gilipolleces,
Andaba algo tocado;
A punto de una patada
Por donde suelta sus heces,
Estaba oliendo a escusado;
Manteniéndose en sus trece,
Ratifica que la Izquierda,
Aunque a santa Rita rece,
De ser algo, … ¡es una mierda!;
Mientras que no ha hecho nada
Y su sin hueso ha invernado
En un mullido letargo,
No ha olido a tierra quemada,
Porque el tiempo lo ha pasado
En el colchón de su cargo;
Cuando por fin, es el caso,
Ha querido al consumo
De la carne darle ocaso,
Lo que ha vendido … ¡es humo!;
Cuando por fin, ya despierto,
Ha salido del armario,
Ha querido decir algo
Y ha dado riego a su huerto,
Con cara de funerario,
Se ha quedado quieto el galgo …
Un Ministro sin más luces
Que una farola fundida,
De su senda en otros cruces,
¡Mejor se busque la vida!;
Si en vez de un Ministerio
El Garzón, de un cementerio
Fuera el Patrono, en serio,
Ser Ministro sin criterio:
¡Hoy no sería un misterio!.