Con más años que Mathusalem, lo primero
Que hago es poner por, si acaso, las posaderas
Con las ya urgencias del cuerpo en las lumbreras
Del Lucero del Alba, y a paso ligero,
Alumbren las sombras del negro y sucio sendero
De su abismo, tanto con sus perversas querencias
El vil Zapatero, como el torpe jardinero
Con su viejas, rotas y caducas apetencias
De Poder, estos Dos Pájaros de Mal Aguëro,
Habiendo tal como haylas, otras tapaderas
Que cubren de sobra el ya su hondo agujero
Con tantas heces que, desde las luces primeras,
Hasta que ya el ocaso extiende las postreras
Sombras, mejor que se vayan ya … ¡a cagar a otras eras!.