Su seso es el extenso terreno arenoso
Del que habla el Evangelio, en el que no se puede
Edificar, porque todo se lo lleva el viento;
Consciente de ello, Pedro Primero el Hermoso,
Alias Pedro Sánchez, para que constancia quede,
Que digan de él lo que digan, le importa un pimiento;
Desde inmoral hasta traidor, la lista es larga,
Pero, por seguir en la Moncloa, con todo carga;
Tiene ojos y no ve, y oídos y no oye,
Pero unas espaldas que lo aguantan todo,
Y, cuando ve y oye, muy astuto, calla,
Pues, aunque con todas las medallas se enjoye
De mierda, que diga una verdad no hay modo,
Por más que le quemen como a un Ninot de Falla;
Ave Fénix creído en su foro interno,
Está en que, por mor de sus cenizas, es eterno;
Llegado a este punto, todo el mundo sabe,
Oído ya lo oído y visto ya lo visto,
Desde que está en la Moncloa entre sus ollas
Y sus sábanas, tan sólo una de dos, cabe:
O un Psiquiátrico, por pasarse de listo,
O un Centro Ocupacional, por gilipollas;
Él, no obstante, tan feliz, pues tiene en su cabeza
Otra solución: … ¡Un Instituto de Belleza!;
Es lo que nadie en proclamarlo se arruga,
En tal caso, con el … ¡entre col y col, lechuga!.