Si como prueba, los dos botones,
-el Escrivá y la Díaz-, no basta
Ya, para que se vea la nefasta
Labor del Gobierno, … ¡manda cojones!;
Sin ir, no obstante, por los rincones
De su política, siendo tan vasta
La tierra en sazón, donde se gasta
Nuestra pasta, sin más, a borbotones,
Tenemos, casi como en canasta
Peces, en el Gobierno la nueva casta,
Y en ella, con cara de fiesta y sones
De orquesta, ante las tribulaciones,
¡leche!, de la gente en Canarias, que hasta
Sus reales la tiene, a la entusiasta
Reyes Maroto … Entre los botones,
Uno más … ¡el que más el alma devasta!.
Sí, señora ministra, mejor sepa
Que su frenesí … ¡por donde le quepa!.