Una palabra sola, muchas veces,
Que no siempre, más o menos hermosa,
Sepa a acíbar o huela a rosa,
Tiene más ecos que el mar tiene peces,
Bien dicha y a tiempo, aunque le reces
A santa Rita, que muta la fosa
En cuna, tal como en mariposa
El cerdo que hoza en sus propias heces;
Hoy día el eco del que más prosa
Se escribe, por hacer del pelo glosa
Poca, y mucha de la pluma, con preces
Al cielo, para que el nogal dé nueces,
Es el del Marlaska, que si fue losa
Real como Juez, hoy ya es baldosa
De barro como ministro … Y a jaeces
Fiel, ni lo uno ni lo otro, … ¡ya es otra cosa!.