Las Izquierdas, señor Escolar y compinches,
Tiene en común de sus triunfos el fracaso,
Que, aunque abundan y molestan más que chinches,
La luz que las alumbra es la de su ocaso,
Siempre que en la historia han gobernado en España
El tiempo que, medido en años, se da el caso,
Puesto que la prueba del algodón no engaña,
Un par de décadas no las han superado,
Aunque los suyos, convirtiendo en cucaña
La historia, el gallo del Poder se han obstinado,
En su escaso Haber, en desplumarlo, en vez
De darle guindas y haberlo engordado;
Todo esto frente a la gloriosa prez
De más de veinte siglos de Gobiernos que ,antes
Que nada, tenían que limpiar toda la hez
Que las Izquierdas, de sí siempre agonizantes,
Antes de morir dejaron hecho una mierda
El País, que esa banda de vagos y maleantes,
Que hoy reconocidos como La Izquierda,
Además de instigar con su supina ignorancia
De la Historia, se ahorcan en su misma cuerda;
Si, señor Escolar, con su gran abundancia
De argumentos para demostrar su prestigio
Personal y el de su el de Diario.es, tal prestancia
Deja un reguero de sombras, cuyo vestigio
Son los palos que le dan por su ignorancia
De la Historia, perdiendo uno y otro litigio,
Y, cuando lo gana, pírrica es su victoria,
Lo que lleva consigo el escaso sentido
Que tienen todos sus juicios, de tan rancia
Catadura política y moral que, más ido
Por los Cerros de Úbeda que por las laderas
De la realidad, está más que vendido,
Sean las que sean sus sabidas maneras
De defenderse, dado que, para remate,
Las convierte en paja, que airea en las eras
De la Derecha, luchando por el rescate,
Que, aunque efímero ya se sabe,
Del Gobierno de España, su mayor dislate,
Que más estupidez en su seso no cabe,
Pues no hay ocasión que no le den … ¡jaque mate!.