Aunque la vida me pesa
Por no haber tenido suerte,
Aunque parezca muy fuerte,
Por vivir con gente aviesa,
No me hace feliz la muerte;
Es gente cruel y brusca,
Que, sin ley ni moral, busca
Buena mesa y mejor lecho,
Siendo público el hecho
Que por nada se ofusca,
Que con viento atrás boga
Y en su propio mar se ahoga;
Esta gente, en manada,
O cada cual por su cuenta,
Son los Rojos, cuya renta,
En el Poder su bancada,
Es poner España en venta;
La prueba más evidente
Es ahora que esta gente,
Que es parte del Gobierno,
Que, por no vaciar el cuerno
De la abundancia, la fuente
Abre ya en otra orilla,
Donde hallar cama y silla,
Ciega, por cualquier demora,
Sorda, si llegada la hora,
Se le marchita la flora
Y la píldora no dora …
¡Pues la fuente a cantimplora
Mutará … y en noche la aurora!.