Si los Políticos no fueran como
El tren de Arganda, que ni pita ni anda,
Y si como algunos como Dios manda,
No sería el Parlamento tan romo,
Que más de uno confunde un palomo
Con un buitre, o una bufanda
Con un pañuelo … Que son una banda
De inútiles de tomo y lomo,
No es que se nos antoje, lo demanda
El sentido común, viendo el aplomo
Del que hacen gala llevando de parranda
La Justicia … Siendo pues una panda,
Que como oro nos vende el plomo,
Mediante una falaz propaganda,
No está mal ponerlos … ¡como un Ecce-Homo!.