En el tute el cantar las cuarenta,
Como el llevarse las diez de monte,
Son garantía de ganar el juego;
En la Política no trae cuenta
Esto, dado el negro horizonte
Que vemos, cuando afecta al ego
Del Sánchez y los demás del Gobierno,
Que, o callan, o nos mandan al cuerno;
Como el jugar no tienen remedio
Por razón del cargo, se da el caso,
Que ni siquiera conocen las cartas
Más de uno o una, y así no hay medio
De evitarles que los del Ocaso
Llamen a sus puertas, y así las sartas
De bulos, que son el único asiento
Que ocupan, no lo arranque el viento,
Más pronto que tarde … Las isobaras,
Incluso en el mapa del tal Tezanos,
Lo que presagian son más bien borrascas,
Paradigma del tormento de varas
Que sufre el Gobierno con espartanos
Espasmos, o más que angustiosas bascas,
Cantes lo que cantes, o hagas lo que hagas,
Aunque ellas lleven calzones y ellos bragas;
Si en vez de al tute, se juega al mus,
A cualquier órdago a grandes, chicas,
Pares y juego, el Gobierno pasa,
Porque esconde en la manga un plus
De Poder, con el que poner picas
En la Moncloa, porque es la casa
Del amo, no en Flandes, que es en Madrid,
Donde emulan las hazañas del Cid;
Ignoran que en este viaje a la Meca
Diario que hacen, lo de “¡ahueca
El ala!”, … ¡no es de quien asó la manteca!.