El Gran Wyoming, alias el Monzón, con dos enes
En su apellido, una por nefasto y por necio
La otra, pero magnánimo en parabienes,
Muchos más que carbonilla en los antiguos trenes,
Puesto en almoneda, verdad que no tiene precio;
Fijo que el Elorza comprará la mercancía,
Y tal como buen pagador, no será remiso,
De su conocida honestidad con permiso,
En correr con los gastos, incluso la plusvalía,
Para que el pobre Wyoming se compre otro piso;
De médico a charlatán, con este oficio,
Ha hecho este farsante de la virtud vicio,
Y hallando en esta práctica gran beneficio,
Incluso el soslayar que es más feo que Picio,
Lo del tal Elorza … ¿acaso es ficticio?.