Cada cual cuenta su historia
Según le va en la vida,
Con la lección aprendida
Que de lo bueno se gloria
Y de lo malo se olvida;
El Sánchez cuando no miente
Satisfecho no se siente,
Se cree que no respira
Por si no fuera mentira
Le verdad que él nos cuente;
Mejor pues que se callara
Y de este modo la gente
Que vive, o bajo un puente,
O en una mansión más cara,
Cuando él le hinca el diente
De la verdad a las roscas,
Con luces o en horas foscas,
No le diría de frente
Que en boca, -¡tenga presente!-,
Cerrada no entran moscas;
Viviríamos tranquilos,
Si no hiciera lo que hace,
Pues pacer donde él pace,
El coge unos cuantos kilos
Y el ¡requiescant in pace!
Nosotros, sin más remedio,
Donde la vida es tedio,
Mientras que de su mentira
Siga tocando la lira,
Sin que le quiten de en medio…
Si él contara su historia
Haciendo de esto memoria …
¡Aquí paz y después gloria!.