Los villancicos que escribo,
A cuantos los cantéis, os
Advierto, pero sin pena,
Que son de acoso y derribo
De quienes creen que nos
Amargan la Nochebuena,
Pues cenando sus despojos
Quedan aún muchos Rojos;
Como primer verbigracia,
Y para desgracia nuestra,
Sin que aun tachuelas roa
El Niño de la Falacia,
Fijo que esta noche muestra,
Por seguir en la Moncloa,
Entre albóndiga y albóndiga,
Su sonrisa más hipócrita;
Aunque solo haciendo bulto,
El resto de su rebaño,
La cena de Nochebuena,
Por rendirle al Niño culto,
La celebrará este año,
Al cuello con su cadena,
Los que si no en la Moncloa,
Será en otra barbacoa,
En la que hasta la testa
Hartos de un vino que apesta,
Sueñen durante la siesta,
Que la Navidad no es ésta
Su gracia, sino una fiesta
Más que han metido en la cesta
De la basura … ¡Su gesta
Mayor si ganan la apuesta!