Para entender cuán atrevida es la ignorancia,
Basta con ver la gente que rebuzna u hoza,
Y no otra cosa, en la Política, constancia
Deja de esta febril actividad, que no roza
La desfachatez, sino que, sin duda, la absorbe:
Por algo será si de tan mala fama goza;
Para que en su oficio nadie les estorbe,
Sin bozal o sin brida, le da a la sin hueso,
Hasta incluso con la bendición Urbi et Orbe;
Pero, por desgracia, siempre que hablan de progreso
Y de bienestar, es del suyo a costa nuestra,
A sabiendas, sí, que quieren dárnoslas con queso;
Sin duda alguna, de esto la mayor muestra
Fue y sigue siendo, más que nadie, el vil Zapatero,
Con la Memoria Histórica, su Obra Maestra;
Para no ser menos, hoy también su jornalero,
El felón Sánchez, anda loco con su Memoria
Democrática en superarlo sin ningún pero,
Y con más ahínco en tergiversar la Historia,
Ensanchando el campo del fraude y de la mentira,
Su único y exclusivo timbre de gloria,
No superado, no, ni por Nerón con su lira,
Ni por nadie que, en cualquier tiempo ya pasado,
Hay hecho de la revancha su punto de mira,
Y con el presente y el futuro que han soñado,
Quede nuevamente este País dividido:
Una mitad, la del con el corazón helado,
Y la otra, la del alma sumida en el olvido;
Y acabo: esto que digo, no me lo han contado,
Ni lo he leído, … ¡lo he vivido y sufrido!.
Y me pregunto: ¿no nos habíamos perdonado? …
¿De qué ubre estos dos tan mala leche han bebido?.
