El tapar la basura de su corral,
Que lo tiene a tope, con la del vecino,
Que no es tanta, no, ni harto de vino,
Ni de wiski, se le ocurre a un ser normal;
Y digo más, aunque se lo tome a mal
El Gobierno que hay, que, de su desatino,
Este es el enésimo, hace camino
Para desviar la atención, no es casual;
Esta vez es como la copa de un pino
Su intento de asestar el golpe mortal
A la Iglesia, para él esencial,
Acusando al clero de lo que su sino
Compete a la Justicia, -¡elemental,
Watson!-, y no a un Gobierno tan cochino,
Que, si sabe a algo, es a tocino
Rancio, al convertirse en un Tribunal …
¡Gobierne usted, sir Sánchez! … ¡y punto final!.