¡NO ES SANO!

¡NO ES SANO!

 

Además de mentiroso,

y otras lindezas de mayor calado,

tal como el clamoroso

y permanente acoso

de la Oposición, se siente elevado

a los altares, por haber transformado

su Gobierno en un lugar de reposo.

 

La prueba es evidente,

ya que todos sus miembros y miembras, tanto

le aman, que, si le hinca el diente

hasta dejarlo de cuerpo presente

la Oposición, el ¡santo!, ¡santo!,

le cantan, con cuanto de sí da su mente,

para a su holganza no darle quebranto.

 

Un Gobierno pues que hace

a pelo y a pluma, -entiéndase que hablo

del que lo mismo pace

en un templo que un desguace-,

que le enciende una vela a Dios y otra al diablo,

sepa que hasta su ¡Requiescat in pace!,

nos está atufando con su hedor a establo …

 

Lo que, dicho alto y claro en castellano,

es el darnos, decir por donde, … ¡no es sano!.

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Autor

Salvador Monzó Romero

Salvador Monzó Romero cuenta la feria según le ha ido y según le va, siempre ante la pantalla de la Televisión, reivindicando desde su sillón-bol, un tanto escorado a la derecha, su derecho a la crítica mordaz y ácida, pero con carácter moralizante.

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