ELLAS

 

Andan como las cabras por el monte,

saltando alegres de risco en risco,

y cuando el pastor las lleva al aprisco,

¡a rumiar! … Y sin que ninguna afronte

 

riesgo alguno, no sea que las atonte

más de lo que están … Suena como un disco

rayado esta canción, sin que de arisco

tachen a quien les paga su bisonte,

 

su cochinillo asado y su marisco;

¡faltaría más!, con lo bien -suponte

que fueras tu quien diera este mordisco-,

 

que se lo pasan … Con un horizonte

así, que hasta el mismo Papa Francisco

bendice, … ¡vale un mundo echarse al monte!.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Salvador Monzó Romero

Salvador Monzó Romero cuenta la feria según le ha ido y según le va, siempre ante la pantalla de la Televisión, reivindicando desde su sillón-bol, un tanto escorado a la derecha, su derecho a la crítica mordaz y ácida, pero con carácter moralizante.

Lo más leído