Sigue el Sánchez de su deidad subido al vehículo,
-que para eso le tiene abierta a la Prensa,
Tele y Radio, una cuenta fluida y densa-,
Y cuanto más acelera, más hace el ridículo;
Cada traspiés que da, le sirve de título
Para, sin disimulo, hacer frente a esa inmensa
Minoría, que le está vaciando la despensa
De contradicciones, capítulo a capítulo;
A tenor de cómo gobierna, cualquier ofensa,
Para mutarla en autobombo, con un testículo
Le sobra, mientras que el otro le vale de estímulo,
¡Ea!, para darse a sí mismo la recompensa,
-No sólo por darnos por donde el español piensa-,
Por lograr, ya por fin, … ¡la cuadratura del círculo!.