Ese tal Sicilia, portavoz de eso
Que llaman la Pesoe, puta desgracia
Con su Triste Figura en Democracia,
Donde al no hacer nada llaman progreso,
Y el hacer algo es un largo proceso,
Que, acabando en humo, es una falacia,
Que ríe el necio y al sabio le hace gracia,
Por obstinarse en dárnoslas con queso;
Ni siquiera se da cuenta que va hacia
El abismo, donde se hace más espeso
Su discurso, y más huera su contumacia,
Con cara, si no de entierro, de Farmacia …
Siendo que, si acaso da, da en hueso,
Además de vista, … ¡le escasea el seso!.