Con su marcha a Solobeña
De la Olona, el Bolaños
Se ha quitado de encima
Que le siga dando leña,
Por lo menos unos años,
Con el cariño y estima,
Que jamás nadie le ha dado,
Con tanto honor y gloria,
Para dejarlo sentado
Como el Bobo de Coria;
Como esto lleva consigo
El triunfo en Andalucía,
Además de la Derecha,
Más arrugado que un higo
Bajo el sol de mediodía,
Se pone en pie y acecha,
A falta de argumentos,
Alterado dando voces,
Lo mismo que los jumentos,
Rebuznando y dando coces;
Viene al caso el aviso,
De cuando veas pelar,
Lo que sigue ya se sabe;
Al amo siempre sumiso,
Por si se puede quedar
Sin el Falcon, y en el Ave
Se tiene que ir a casa,
Es ya tal su nerviosismo,
Que el seso hecho tabla rasa,
Ve su futuro un abismo;
Por hacerle la pelota
A un Gobierno en bancarrota,
Se ve ya en la picota,
Allá él por ser idiota,
Yo, por hoy, … ¡punto pelota!.