De cuantas leyes aprueba el Parlamento Español,
Más que menos, el noventa y cinco por ciento,
Como suena, no dejan de ser un brindis al sol;
Esto, señores Diputados, viene a cuento,
Porque a ustedes, con el mismo porcentaje,
Del Derecho ni siquiera les ha dado un viento;
Para ustedes tan solo vale aquello que encaje
Con la enfermiza obsesión de quien les paga,
A la hora de votar, dándole a la ley un viaje;
Si a ustedes el Parlamento les halaga,
Porque le dan a la húmeda o se echan la siesta,
A quienes realmente les pagan les estraga,
Porque no es el Sánchez quien le paga la fiesta,
Somos nosotros quienes, sí, con nuestro trabajo,
Les soltamos la guita … ¡y vaya que nos cuesta!
Claro que nos gustaría estar en su tajo,
Pero nos lo impide un mínimum de decencia,
Pues, para ser como ustedes ya hay que tener cuajo …
Si con el viento que sopla, se les va el sombrajo