En la Política que hay gente trabajada
No hay duda, pero quienes son un monumento
Al ocio estable, los hay que ni te cuento,
Tantos que se les identifica con una manada,
Rumiando a la sombra en una vaguada,
Sin que el sudor del trabajo ni un momento
Corra por su frente … Sería un evento
Durísimo el tener que empuñar la azada
Y arar el huerto, expuestos al sol y al viento;
Hechos, al menos de provecho, a no hacer nada,
Si casualmente pisan un excremento,
Ni siquiera van a darle una patada,
No vaya a ser que su derecho de pernada,
Para ejercerlo, … ¡no les baste un solo tiento!.