- ¡SU AMARGA PRESENCIA!
(25.05.23)
Este servidor de ustedes,
Como nunca de los Rojos bien no hablo,
Ni sentados en sus sedes,
Ni de pie en las paredes
De su mugrienta verborrea de establo,
Me gustaría, al menos, que sus mercedes
Con la mía, que, a veces,
Dada mi edad, lo que perecen ofensas,
Son solo meras chocheces,
No las conviertan en soeces
Porque sí, y abastecidas despensas
De los improperios, … ¡el monte y las nueces!,
Del año todos los treces
Y martes, y, si en el intento, no pereces,
Eleva al cielo tus preces,
Para que, siempre que reces,
No hierva otra vez lo que en tu seso cueces:
De su amarga presencia … ¡la mar y los peces!.