Cuanto me cuesta, ya viejo, no hablar mal
De ciertos Políticos, casta ominosa,
Que se asemeja más a la babosa,
Que a cualquier otro que se arrastre tal cual;
Gente atocinada sin lo más esencial:
Hueso para, si la desdicha le endosa
Un palo y se tiene en pie, tal posa,
Que solo le falta albarda y ramal,
Para que, dígase en verso o en prosa,
Lo suyo no es el Congreso, es un corral;
Si se da el caso que huela fatal
Su mutación, con un denso olor a fosa,
Y parece imposible que la glosa
Política le aúpe, con más moral
Que el Alcoyano, sonríe … ¡Le da igual
Tener que arrastrarse por otra baldosa!.